miércoles, 13 de marzo de 2024

Son tus labios mi destino


Son tus labios mi destino.

Tu cuerpo mi desatino.

Que se retuerce en el lecho

Cuando no duermes conmigo.

 Rodeando tus fronteras oteo

Por donde poder entrar,

Hasta el castillo encantado

Donde prisionero estás.

 Cual vagabunda de sueños

Noche y día sin parar,

Voy apartando  alambradas

Para poderte encontrar.

 Me hago dueña de la brisa.

Del rocío, de la mañana.

De la lluvia cuando moja

Mi cuerpo que te reclama.

Voy rezando una oración

Por estos campos sin almas

Que muy tristes me responden

Que la meta está lejana.

 No me resigno y sigo

Por la senda que verdea

Cuando el crepúsculo asoma

Por la empinada ladera.

 Y me vuelvo a mi morada

Por si las fieras acechan

Para mañana seguir buscándote...

Por todos los rincones de la tierra.

 

 Encarna Recio Blanco.


sábado, 9 de marzo de 2024

Al fin, mis musas llegaron...


Al fin, mis musas llegaron.

Al fin, me pongo a escribir

Para bordar sentimientos

Esta mañana de abril.

Los recuerdos me atenazan

 Vivo sin vivir en mí.

Desde el día que te fuiste

De luto me vestí.

 Ahora ya está aquí el olvido

Haciendo mellas en mí…

Quiera Dios que me acompañe

Hasta olvidarme de ti.


Encarna Recio Blanco. 


miércoles, 6 de marzo de 2024

En las Ondas peregrinas...


En las Ondas peregrinas de la noche

Llegó un cartero del  cielo que me traía

Un sobre de nácar tan reluciente

Como el sol del medio día.

Pensé que era una estrella peregrina

Que se había escapado del parnaso

Porque brillaba de tal forma, que mi corazón

Quería salir volando de de mi pecho.

En esa carta comprendí que en esta tierra

Existe el agradecimiento, la alegría, el amor

La compañía, la generosidad y los buenos

Sentimientos, cuando nos damos a los demás

Sin medida.

 Gracias, muchas gracias –Marian Hernández

Mi Ángel con alas de algodón-Mi control-

"En las noches Recias"


Encarna Recio Blanco.

  

 

domingo, 3 de marzo de 2024

La gente está muy enfadada...


La gente está muy enfadada por la crisis que tenemos

Sube todo cada día…y no nos alcanza el dinero.

Ya he devuelto los recibos de la luz, del ascensor,

Del colegio de mi hija y por si esto fuera poco…

 ¡Se me ha roto el televisor!

 El recibo de la hipoteca también lo he devuelto

Pues el dinero lo gasté en el recibo de los muertos.

Con el recibo del coche  un gran soponcio me dio

Con un dolor de barriga que me dejó sin tensión.

 Los vestidos que tenía del año noventa y cinco,

Hoy los saqué del armario, para volver a lucirlos.

Los potajes en mi casa un día sí, y otro también,

Ya me ha dicho mi marido que así, no puede seguir.

¡El pobre!

Tiene temblores de piernas, calambres, y un sin vivir,

Que lo otro… se le ha muerto, y no hay quien lo haga subir.

Los libros del instituto por ajos los  he cambiado

Total para lo que estudian ni el maestro se ha enterado.

De peluquería ni hablar, y menos de maquillajes,

Así voy…con unas pintas que no me conoce nadie.

Como sigamos así  yo voy a hacer una huelga,

Atada de pies y manos, en el atrio de la iglesia.

Y que vengan los políticos después a pedirme el voto,

Que les mando a hacer morcillas como seis y dos… son ocho.

 

Encarna Recio Blanco.



Hoy quisiera mis amigos...


Hoy quisiera mis amigos contarles un cuento.

No es de hadas ni de duendes, ni de príncipes risueños.

Es, de una niña soñadora, que quiso escribir un día

Sin tener a su lado una musa, que le sirviera de guía.

A la sombra de un cerezo escribía, sobre la tierra florida

En el monte y en el mar, y hasta en la cama dormida.

Su madre siempre la reñía, cuando la pluma cogía

Diciendo  que antes había que estudiar, la lección de cada día.

Muchas noches en vela pasaba, esperando al nuevo día

Para demandar la Paz, del Mundo en el que vivía.

Ataba su corazón a un delirio, de noche y de día

Queriendo parar las guerras, donde los niños morían.

Quería defender al débil, al triste darle sonrisas

Y para  el que tuviera hambre, compartir su comida.

Sus hermanas, riendo la llamaban, la  romántica poetisa

Y con sus folios se iba llorando, tras las esquinas.

Una tarde de invierno lluviosa, de su casa se escapó

Con su cuaderno de versos, y su pequeño zurrón.

Sola se hizo mujer trabajando por tierras lejanas

Subiendo y bajando, las altas montañas.

Sola entre lobos feroces se debatía, las dificultades

 Y los peligros a veces, la perseguían, sin nadie a su lado

No se rendía.

Se hizo amiga de una musa, que una tarde se encontró

Llorando junto a un barranco, sin ropas y sin zurrón.

La consoló, como pudo, rezaron juntas una oración…

Por la Paz de del Mundo, que se debate entre guerra y  dolor.

Merendaron  aunadas  y hablaron, del devenir de la vida

Del amor y  el desamor, del placer y la alegría.

Ahora vienen las musas en bandadas,

Cuando la ven pasear con su cuaderno de versos,

Para poderla ayudar.

¡Y colorín colorado este cuento se ha acabado!


 Encarna Recio Blanco.



viernes, 1 de marzo de 2024

La Soledad...


La Soledad siempre llega a la vera

De los que van por la vida repartiendo.

Dándose a manos llenas a los demás

Y  sembrando en el barbecho de esta tierra

Sin esperar, ni recibir, nada a cambio.

 Por eso, la Soledad puede ser tu fiel aliada

Tu amiga y confidente del alma

Y entre las dos formareis un cuerpo

Para recoger los frutos ya granados.

Si tienes a la Soledad a tu lado, a veces

O te hace una visita de vez, en cuando

Alégrate por su llegada…

Porque eres un ser…afortunado.

 

Encarna Recio Blanco.